El intérprete confiesa que la ansiedad le atacó “y quería hacerlo todo ese mismo día”.
El también bailarín trabajó, por su parte, la secuencia rítmica de la letra y tuvo la confianza para exponerle sus ideas al director.
“Conocía el trabajo de Marlon (Peña). El primer vídeo fue con Tony Dize, ‘Vamos a Hacerlo’, se hizo en Santo Domingo. La dinámica fue superbuena. Le decía: ‘Marlon, ¿qué crees que si hacemos algo así?’ Él me daba la idea principal y a mí se me ocurrían cosas. Él se botó. Supe que había llamado a Wisin para preguntarle de dónde yo había salido”, sostiene el joven de 27 años de edad.
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